08/09/2013
por amadeuslibreria
Gerard Mortier (Gante, 1943) forjó su cultura musical a bordo de un viejo coche que conducía cada fin de semana hasta Colonia o Düsseldorf. Recorría 300 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta por la noche para empaparse del gran repertorio operístico que en Gante, la ciudad donde sus padres regentaban una pastelería, no podía escuchar. “La Ópera Real de Gante es un escándalo cultural flamenco”, escribió ya a los 27 años dando tempranas muestras de su gusto por el conflicto. Las fronteras —menos aún la de Alemania— no eran obstáculo. Su educación jesuítica, suele contar, le permitió perseverar siempre en lo que considera lo más importante: el estudio y el trabajo. Incluso ahora, en pleno tratamiento de un cáncer que le retiene en una clínica de Alemania, sigue extremadamente preocupado el desarrollo del proceso que desembocará próximamente en el nombramiento de su sucesor al frente del Teatro Real. Tras la publicación de una entrevista con EL PAÍS esta semana donde lo explicaba, a muchos les resulta incomprensible que en su situación gaste energías en este asunto. Es al revés. Le da fuerza.
Procedente de la Ópera de Nueva York, donde dio un portazo antes de tomar posesión cuando el presupuesto se redujo casi a la mitad de lo prometido (de 60 a 36 millones de euros), Mortier afronta este año su cuarta temporada al frente del coliseo madrileño (que le ofreció los recursos que le negaban en Nueva York). A dos años de su despedida, asegura que había consensuado abrir un proceso de selección del nuevo director. Iban a ponerse sobre la mesa los nombres de seis candidatos internacionales propuestos por él, así como otros del ministerio de Cultura. A finales de agosto, días después de su operación, supo por el presidente del Patronato del Teatro Real de Madrid, Gregorio Marañón, que el sucesor sería un español. El director del Liceo, Joan Matabosch, es el mejor situado. La decisión, según fuentes del Patronato y del Ministerio de Cultura, está muy cerca de consumarse. El pasado mayo, según ha podido saber este periódico, el director general del INAEM, Miguel Ángel Recio, aseguró delante de otras personas que no iban a permitir que Mortier pilotase su sucesión. Y él lo tiene bastante asumido. La temporada que arranca ya está cerrada. De momento, dice, esperará.
El País | Daniel Verdú –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / MADRID
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