La Generalitat quiere que un valenciano sustituya a Wellber como director musical

Omer W. Wellber dijo adiós a la dirección musical del Palau de les Arts hace meses. A pesar de que continúa teóricamente al mando de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), la formación titular del Palau de les Arts no volverá a estar frente a su impetuosa batuta. Fuentes de la Conselleria de Cultura confirmaron a este periódico que desde la Generalitat se apuesta por la elección de un valenciano como sustituto del maestro israelí. Se trata de una decisión competencia de la intendente de Les Arts, Helga Schmidt, según recalcaron las mismas fuentes, que consideran que existen «personas suficientemente preparadas» para acometer el reto de colocarse al frente de una orquesta que nació de la mano de Lorin Maazel y Zubin Mehta, quien la dirigió durante una reciente gira por China.

La ecuación que sumó en 2010 dos factores, Wellber y la intendente Schmidt, nunca se ha pudo resolver felizmente. A pesar de ser el responsable musical, el director no se pone al frente de ninguna de las óperas programadas para esta temporada. «No había ‘feeling’», según fuentes del coliseo valenciano. Desde Cultura se confirma la falta de sintonía y la total imposibilidad de que el director israelí renovara el contrato que le ha ligado con el espacio operístico valenciano hasta la temporada 2013-2014. Dos fuertes caracteres sin ganas de dar su brazo a torcer. Wellber, implicado en varios proyectos educativos durante su estancia en Valencia, y que empatizó con buena parte del personal de Les Arts, no logró conectar con la OCV y los críticos musicales lo han subrayado en repetidas ocasiones. La orquesta prefiere al maestro Mehta, según las mismas fuentes. (…)

Las Provincias | Burguera –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / COMUNIDAD VALENCIANA

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20.000 espectadores chinos disfrutan con Metha y la Orquestra de Les Arts

Alrededor de 20.000 melómanos de la República Popular China han presenciado los doce conciertos que Zubim Mehta y la Orquestra de la Comunitat Valenciana han dirigido en Xi’an, Tianjin, Cantón, Changsha, Shanghai, Wuhan, Hangzhou y Pekín, sobre algunos de los escenarios más prestigiosos del continente. La Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), titular del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia y su director ha vuelto de su gira china con aires de triunfo. La orquesta culminó su ronda asiática el pasado sábado en Pekín, ante los 2.200 espectadores en el NCPA, el Centro Nacional de Artes Escénicas de China, dos semanas después del inicio de la gira, el 26 de diciembre en la ciudad de Xi’an.

El Palau de les Arts asegura que el público chino «ha acogido con entusiasmo» el doble programa con el que la OCV se ha presentado en Asia, con especial interés en aquel que incluye fragmentos de zarzuela y de música española así como obras de Johann Strauss que conforman el repertorio habitual del concierto de Año Nuevo de Viena, con la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, como obra estrella. Algunos rotativos del país, como el Hangzhou Weekly o el China Daily han situado estos conciertos entre los eventos culturales del año. Metha, que ha sido elegido por quinta vez por la Filarmónica de Viena para dirigir el concierto de Año Nuevo en 2015, ha sido aclamado en todos los conciertos, en los que ha llegado a ofrecer hasta tres bises ante auditorios abarrotados. (…)

El País | Juan Manuel Játiva –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / INTERNACIONAL / COMUNIDAD VALENCIANA

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Sobre la marcha, al piano

La pianista venezolana Gabriela Montero recupera para las salas de concierto el olvidado arte de la improvisación clásica.

La escena debe ser de las más singulares que puedan verse hoy en una sala de conciertos. Nos encontramos en el imponente KKL, o Palacio de Congresos y Conciertos de Lucerna, lleno hasta la bandera. La estrella es una pianista que con naturalidad coge el micrófono y se pone a charlar con el público. Les pide que canten (o silben) alguna melodía, de preferencia bien conocida. Los recatados suizos primero ríen con timidez, pero de a poco se lanzan a cantarle desde un fragmento de Beethoven hasta una canción tradicional pasando por el clásico latino Moliendo Café. La pianista escucha con atención, repite el motivo y se queda pensando con los ojos cerrados. Poco después, se lanza a tocar la pieza en formato de fuga, o de imponente preludio, añadiendo infinitas variaciones y colores. Lo que el público del Festival de Lucerna está presenciando con indisimulado asombro es algo que fue la regla durante buena parte de la historia de la música, pero que se ha perdido (casi) por completo a partir del siglo XX. Se trata del olvidado arte de la improvisación clásica. Un arte en el que músicos como Bach, Liszt o Mozart fueron consumados maestros, y que renace gracias a Gabriela Montero.

Nacida en Caracas en 1970, es posible que el lector recuerde a Montero del día en que tocó ante cientos de millones de personas en la primera ceremonia de investidura de Barack Obama. Junto a Yo-Yo Ma e Itzhak Perlman, interpretó una pieza de John Williams compuesta para celebrar al primer presidente afroamericano de la Historia. (…)

El País | Rodrigo Carrizo Couto –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / INTERNACIONAL

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El ángel de una nueva época

La expectación, el clima de ilusión renovada, se percibía en infinidad de detalles, y no es el menor el que el Auditorio registrase un lleno hasta la bandera. David Afkham -el redentor, el deseado, el ángel (como lleva por título la primera de las canciones de los Wesendonck Lieder)- se ponía al frente de la orquesta de la que será titular a partir de la próxima temporada después de la confirmación oficial de su nombramiento la pasada primavera. Se mascaba en el ambiente la sensación de primer concierto de una nueva época. Los músicos estaban entregados después del final feliz del cuento de hadas, y el joven director alemán de 30 años había escogido para la ocasión un programa comprometido, con obras de Schönberg, Wagner y Mahler. No es que fuese un examen o algo por el estilo, pues sencillamente la relación artística está aún por hacerse, sino más bien un acto simbólico de reafirmación, casi una fiesta. (…)

El País | Juan Ángel Vela del Campo –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / MADRID

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