Mozart raros y más raros

El pianista Alexandre Tharaud rescata piezas olvidadas de un compositor consagrado.

En un mundo repleto de pianistas jóvenes que tocan de maravilla no es fácil encontrar un espacio, una voz propia. Pasó por el Palau, convocado por Palau100, Alexandre Tharaud, miembro junto a Bertrand Chamayou, Cédric Thiberghien o Hélène Grimaud, de una ilustre generación de pianistas franceses que hoy se hallan en la cima de sus carreras. Tharaud encontró su voz propia, su originalidad, devolviendo al escenario piezas olvidadas de un consagrado: Mozart.

Empezó su actuación con la suite en Do Mayor K.399, seguida por la brevísima Giga en Sol Mayor K.574, piezas que Mozart compuso en estilo deliberadamente antiguo usando los códigos de lenguaje del barroco tardío. Si eso ya era raro, lo que siguió ya era marciano, un Praeambulum de 1789 compuesto por encargo de la hermana de Mozart, que ni figura en el célebre catálogo de Köchel, Un pieza curiosísima de estilo absolutamente caprichoso y alocado. (…)

El País | Xavier Pujol -LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / CATALUÑA

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500 conciertos

Nada mejor, a la vista del resultado y de la implicación de tantas personas, que homenajear los 500 conciertos de la asociación Pro Música con la interpretación de ‘Carmina Burana’, la obra más popularmente conocida de las compuestas en el siglo XX. Pieza asumida ya en el imaginario como la representación de la espectacularidad, que debe gran parte de su fama, sin duda, a su inicial ‘O Fortuna’, y que, en su aparatosidad visual de gran orquesta, solista y dos coros, ayuda a la celebración de eventos de este tipo.

En un acierto incuestionable y que debe servir para la reflexión positiva: el encargo de llevarlo a cabo fue asignado a músicos muy fuertemente vinculados a la Región, en una simbólica representación de generaciones (los músicos profesionales de la OSRM, los estudiantes de grado del Conservatorio Superior y el Coro de niños del Conservatorio) dirigidos por un extraordinario profesional, pedagogo y director, Ángel Martín Matute, que lleva en la Región 25 años y cuya labor al frente de la Cátedra de Dirección de Coro no deja de merecer los más encendidos y merecidos elogios.

El resultado, en ocasiones similares, pudiera no ser lo más relevante. En esta ocasión, sin embargo, deberíamos dar justa medida de lo extraordinario del mismo intentado aislar la procedencia de los intérpretes. En un difícil intento de objetividad, no podemos por menos que asombrarnos de lo escuchado, pues si bien la OSRM es una agrupación plenamente solvente y contrastada, el Coro del Conservatorio Superior es resultado exclusivo de la actividad semanal de clase (2 horas) de alumnos de especialidades teóricas e instrumentales sin formación específica de canto y que, además, año tras año varía sin que eso mengüe el optimísimo nivel de calidad que siempre ofrece. No olvidemos tampoco la labor del coro de niños del Conservatorio y de su sonora y limpísima intervención, ni la de su directora, Dulce Conejero, injustamente ignorada en el programa. (…)

La Verdad | Javier Artaza –LEER AQUI LA NOTICIA DE MUSICA / MURCIA

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